Cuando pensamos en la arquitectura, siempre nos imaginamos al arquitecto en su despacho dibujando, pensando en su edificio, en su obra maestra.
Aunque hoy en día con la crisis debemos de ser realistas y darnos cuenta que la arquitectura tiene un papel muy importante en la sociedad, aunque el arquitecto tenga pensado en un programa, un uso. Quien le da el auténtico uso es el usuario (valga la redundancia), el arquitecto puede encontrarse con sorpresas.
Aunque pueda parecer una idea muy lejana, o difícil de llegar a ella, he encontrado algunos proyectos que son conscientes de nuestra realidad e intentan dar soluciones de hoy para el futuro
http://www.plataformaarquitectura.cl/2012/04/07/primer-premio-parque-flor-de-amancaes/
http://www.plataformaarquitectura.cl/2012/04/04/propuestas-para-futuros-barrios-energeticos-fusionables/
Esto me hace pensar en el proyecto de Jerusalen:
¿el programa del centro interconfesional tiene que ser fijo?
¿el equipamiento debería ayudar sólo a la zona o a todo Jerusalen?
¿promover el acercamiento relajaría los checkpoint?
¿tiene que ser un equipamiento llamativo para que funcione?
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