Me acabo de enterar que se ha muerto Luis M. Mansilla, a los 52 años de edad.
Arquitecto que merece una mención en mi blog.
No sólo me ha impresionado la muerte del arquitecto, sino que murió anoche (22 de Febrero) en Barcelona, quien lo ha encontrado ha sido su socio Emilio Tuñón. Se encontraba en la ciudad condal en la inauguración de un libro dedicado a Enric Miralles (otro gran arquitecto, que no tardaré en crear un post sobre él) rodeado de otros compañeros y que nadie se imaginó que nunca más volverían a hablar con él.
La muerte es algo inevitable, todos tenemos que pasar por ella, es lo natural. Pero, hoy en día si con nuestra frenética vida nos da miedo envejecer, aún más al visitante con la guadaña.
La idea de la desaparición de la muerte es un concepto posmoderno, que tenemos que vivir en el ahora e intensamente. Necesitamos saber que estamos vivos, pensar en el ahora y no en el mañana. Sólo reconocemos la existencia de la muerte en los demás, no en nosotros mismos. Nuestra vida ocupa un tiempo y un espacio, debemos preguntarnos ¿cuál es el espacio y cuál es el tiempo que nos interesa como individuos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario