Nuevos retos, nuevas dudas, nuevas opciones.
Intuiciones... yo siempre me fío de ellas, porque es la primera idea que me viene a la mente, y suele ser la opción más acertada. Siempre intento buscar otras opciones para no cerrarme a una única opción, pero al final vuelvo a la primera intuición.
En clase teníamos que jugar, experimentar y probar con los materiales que llevamos a clase. Teníamos que pensar en el espacio de la capilla, lo importante no es pensar sólo en la luz, sino que nos tiene que emocionar.
Generalmente un espacio teatral siempre nos cautivará mucho más que en uno que inunde la luz a todo el espacio.
Tenemos que saber jugar con las dos herramientas, el espacio y la luz. Yo siempre me he imaginado un espacio solemne en que la incidencia de la luz esté pensada y sea puntual. Para poder conseguir ésto, la cubierta tiene que "posarse" sobre el edificio, que toda la fuerza del proyecto resida en ello.
Como se puede ver en las fotos, he intentado trabajar con elementos en bandas deformados y con una estructura diferente. Siempre ha sido un elemento formal que me ha interesado investigar, pero el problema reside en cómo trabajar los bordes.
Elemento que trabajaré en ello cuando tenga el espacio más definido
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